Cuando piensa en ello, usted conoce su vehículo mejor que nadie.
Usted lo conduce todos los días y sabe cómo se siente y suena, y cuando todo anda bien. Así que no ignore las señales de advertencia.
Use todos de sus sentidos al inspeccionar su vehículo frecuentemente.
Compruebe que:
•Sonidos raros, olores, gotas, fugas, humo, luces de advertencia, las lecturas del indicador.
•Cambios en la aceleración, rendimiento del motor, eficiencia del combustible, niveles de líquidos.
•Neumáticos desgastados, cinturones, mangueras.
•Problemas en el manejo, frenos, dirección, vibraciones.
•Tenga en cuenta cuando se produce el problema.
•¿Es constante o periódico?
•Cuando el vehículo este frío o después de que el motor se ha calentado?
•A todas las velocidades? Sólo al acelerar? Durante el frenado? Al cambiar?
•¿Cuándo empezó el problema por primera vez?
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